Los Balcanes y el nacimiento de BizCloud

En agosto de 2008 me fui de los Estados Unidos a Belgrado Serbia, para contratar diseñadores gráficos y desarrolladores para BizCloud. La idea principal de mi compañía era proporcionar un directorio en línea de empresas para mantener su documentación en la nube y compartir esos documentos libremente con los comerciantes o proveedores, así proporcionaríamos datos y productos de “Software como servicio” e “Infraestructura como servicio” a la comunidad empresarial. Parecía natural comenzar una empresa B2B (business to business) ya que esta clase de servicio no estaba del todo desarrollada en comparación a lo que eran las B2C (business to consumer). Nuestras ofertas de productos SaaS (software como servicio) e IaaS (infraestructura como servicio) incluían inteligencia empresarial, demografía e información comercial. Lanzamos BizCloud en diciembre del 2008, nuestro primer objetivo fue apuntar a propietarios de empresas y proveedores de servicios B2B, incluidos corredores de negocios, contadores, abogados y otros. Contábamos con una base de datos de más de 14 millones de empresas estadounidenses, este tesoro de datos se combinó con información demográfica, creando un depósito formidable de documentos e imágenes para propietarios de negocios. Considerábamos que esto, combinado con nuestras herramientas comerciales SaaS, sería una combinación poderosa, apuntábamos a que nuestros resultados comerciales fueran indexados por los resultados de búsqueda de Google para que los propietarios de negocios pudieran tener acceso a los beneficios de nuestra plataforma. Pronto nos dimos cuenta de que Google no iba a indexar nuestra página ya que los extensos datos de BizCloud no se consideraban “únicos”. ¡Dios no permita que una pequeña empresa como la nuestra se atreva a aspirar a ser indexada y publicada cuando los titanes de la industria como Google y Yelp ya tenían una gran parte de los 14 millones de negocios en nuestra base de datos!

Aunque nuestros datos estaban destinados a un propósito y audiencia diferentes, no logramos indexarlos, podríamos haberlo hecho, por supuesto, si hubiésemos estado dispuestos o hubiésemos podido pagar a Google una tarifa exorbitante. Puede que haya muchos problemas debido a la neutralidad de red en estos días, pero pagar por jugar ha sido una gran parte de Internet desde que los gigantes tecnológicos saltaron a la fama.

A finales de 2008 y principios de 2009, los mercados financieros colapsaron, nos tomó por sorpresa como a casi todas las demás compañías, aunque me había percatado durante algún tiempo que el modelo económico adoptado en los Estados Unidos y otras naciones “avanzadas” eran una bomba de tiempo con una mecha corta. Luego llegó el colapso y no teníamos opciones de financiamiento, más que el dinero y las inversiones personales de mi familia. Por lo mismo pagarle a Google para que indexara nuestros datos para obtener resultados de búsqueda estaba absolutamente fuera de discusión, necesitábamos un enfoque diferente. En lugar de ser una empresa basada en datos, comenzamos a aprovechar el marketing de contenido bajo las marcas BizCloud y BizCloud Network. Contraté a un editor y un equipo de escritores para cubrir la industria, en los seis años que llevé BizCloud, publicamos más de 5.500 artículos y entradas de blog, además de 100 videos centrados en la incipiente industria computacional de la nube, así como el impacto de esta en la comunidad empresarial. Nos convertimos en una especie de corredores de la nube y logramos aprovechar el contenido para vender productos en la nube para las comunidades empresariales. También nos asociamos con líderes de la industria y los promocionamos a través de nuestros contenidos (artículos y videos profesionales).

A menudo me preguntan por qué elegí Serbia. Me atraía volver, conocí Croacia en un viaje anterior donde me enamoré por primera vez de los Balcanes. Había estado mezclando negocios y placer, probablemente con más de lo último y no lo suficiente de lo primero. Era el momento de ser sensato y eso significaba llegar a Belgrado lo antes posible, mi primera impresión de la capital serbia fue que era un tanto singular, todavía se veían edificios bombardeados por la campaña de “credibilidad” de la OTAN en 1999 contra Slobodan Milosevic y los crímenes de guerra serbios en la ex Yugoslavia literalmente balcanizada (fragmentada). Muchos estadounidenses no tienen idea de cuánto daño se hizo en sus nombres y con los dólares de sus impuestos contra el pueblo de Serbia. Volveremos a esto en breve, pero como estábamos hablando de las primeras impresiones de Belgrado, lo que realmente recuerdo es la vibrante vida de la ciudad, la bulliciosa cultura del café y cómo todos, incluso las personas menos adineradas, se veían muy elegantes.

Durante mucho tiempo la bella Belgrado fue una puerta de entrada entre Oriente y Occidente, es una ciudad de contrastes, una de las ciudades más antiguas de Europa, pero como mencioné, las personas especialmente las más jóvenes, expelen modernismo en sus ropas, en el arte que disfrutan y la forma en que interactúan con los que los rodean. Como antigua capital de la Federación Yugoslava multinacional, multiétnica y multireligiosa, también es una ciudad crisol donde el lenguaje, la música y la comida reflejan cosmopolitismo puro que sería la envidia de muchas ciudades mucho más grandes. Los famosos ríos Danubio y Sava fluyen a través del corazón de la ciudad, un vínculo atemporal entre los Balcanes y las naciones de Europa Central y Occidental. La gente de Belgrado es sofisticada y bien educada. Era un lugar tan bueno como cualquier otro para establecerse y comenzar un negocio, incluso si estuviésemos a punto de experimentar la mayor calamidad económica desde la Gran Depresión. Alquilamos una oficina en el centro de Belgrado. Los días los pasé trabajando con mi equipo para hacer crecer BizCloud. Nos esforzábamos mucho, pero también lo pasábamos genial construyendo la empresa y disfrutando de la compañía del otro. Teníamos lo que los estadounidenses llaman un gran equilibrio entre el trabajo y la vida, la moral de la oficina era alta y realmente sentíamos el logro a medida que avanzamos con la construcción de la mejor compañía que podíamos formar

Por desgracia, dentro de una semana de mi llegada a Serbia, los mercados financieros colapsaron. La causa de la crisis, convenientemente olvidada por las mismas fuerzas especulativas que nos mantenía peligrosamente en el precipicio, -y que lo siguen haciendo 10 años después- no fue más que la desregulación de la industria financiera. Durante muchas décadas, de hecho, desde la  Gran Depresión a los bancos se les prohibió comercializar fondos de cobertura con derivados, pero esta barrera se hizo añicos cuando el presidente Bill Clinton derogó la Ley Glass-Steagall en 1999. Luego, los bancos comenzaron a emitir préstamos de interés dirigidos a prestatarios de alto riesgo, alimentando una burbuja inmobiliaria que se vio exacerbada por las tasas de interés bajas. Las prácticas de suscripción fraudulentas fomentaron préstamos depredadores y otros préstamos poco éticos e ilegales a millones de personas, muchas de ellas personas de color, que no podían pagar hipotecas de seis cifras, para empeorar las cosas, la Reserva Federal aumentó las tasas de interés justo cuando las tasas ajustables de los préstamos subprime (hipotecas basura) de alto riesgo comenzaron a aumentar dramáticamente. Los precios de la vivienda resultaron absurdamente altos y comenzaron a caer a medida que disminuía la demanda, y cada vez más potenciales propietarios no podían hacer sus pagos hipotecarios. Estas millones de personas se encontraron bajo el agua, incapaces de vender o realizar pagos, era la señal de la crisis de las hipotecas. Mientras tanto, los mercados de derivados se derrumbaban y también las compañías que habían aumentado sus ganancias, y el ingreso de sus ejecutivos con la azarosa economía de casinos.

Lehman Brothers fue el primero en irse. Era el 15 de septiembre de 2008, el último día de verano en Belgrado, pero se vivía el pánico en Wall Street por lo que se informaba desde Estados Unidos. Sin embargo, cuando las noticias de la adquisición por parte de la Fed de $ 85 mil millones de AIG (que vendía grandes cantidades de seguros sin cubrir sus riesgosas inversiones) llegaron a Belgrado la noche siguiente, se podía sentir la ansiedad financiera incluso donde yo estaba. Luego vino la batalla por el rescate de $700 mil millones para las empresas de Wall Street onsideradas “demasiado grandes para fracasar”, mientras que la jubilación y otras inversiones de cientos de millones de personas en todo el mundo se consideraron tácitamente gastables. Washington Mutual, Wachovia y otros bancos grandes y pequeños se dieron un baño de sangre financiero. Este baño de sangre ahora se extendió al mercado de valores, ya que el Promedio Industrial de Dow Jones, que había aumentado más de 14,000 cuando alcanzó su punto máximo en octubre de 2007, se desplomó a mínimos de 6000s en la primavera del 2009. El venerable Merrill Lynch fue vendido al Bank of America por $ 50 mil millones, con informes sombríos y predicciones que conducían al mercado en otras direcciones. Se habló seriamente sobre el fin de las ideas de libre mercado en Chicago, mientras el pánico llegaba para quedarse.