ETHICS IN TECH: LA FALTA DE ETICA EN LA TECNOLOGIA.

Durmiendo bajo la antena

By Vahid Razavi

Chapters

¡Ocupa! (movimiento ocuppy wallstreet)

Con todo el dinero de los contribuyentes usado en rescatar a las corporaciones que estaban causando tanto sufrimiento a la gente, inevitablemente hubo una reacción pública contra los grandes bancos y sus formas rapaces. El sentimiento detrás de lo que pronto serían Cantos familiares de Occupy Wall Street como “los bancos fueron rescatados, nos vendieron” se escuchaban cada vez más fuertes a medida que Main Street tambaleaba, mientras que las corporaciones “demasiado grandes para quebrar” fueron rescatadas. En todo el país y en todo el mundo, cada vez más personas se levantaban y hablaban en contra de lo que percibían como un orden económico injusto que priorizaba las ganancias sobre las personas y recompensaba los malos actos corporativos, castigando a los más vulnerables entre nosotros. La crisis incluso provocó protestas en Serbia, donde el dinar, la moneda local, había perdido más del 20 por ciento de su valor en poco menos de tres meses. Incluso los serbios pagaban por la imprudencia financiera de Estados Unidos. La gente comenzaba a preguntarse: si este era realmente un sistema de libre mercado, ¿por qué nos vemos obligados a rescatar a los bancos y otras compañías que no pueden mantenerse a flote por los méritos de sus propias políticas y acciones? ¿Qué hay de libre en los mercados “libres” como este? ¿Cuáles son las fuerzas que conducen a un estado tan triste y cómo podemos garantizar que se promulguen políticas que eviten tal desastre en el futuro?

Algunos se atrevieron a preguntar si el capitalismo era irredimible (sin expiación), y si otro mundo más justo era posible sin el. No estaba listo para dar ese salto. Creía entonces, como lo hago ahora, que el capitalismo emparejado con la democracia es el mejor sistema que esta especie de monos parlantes ha podido idear en el transcurso de su relativamente corta evolución. Creo que nuestra mejor esperanza para evitar futuras crisis financieras (y los estragos de la desigualdad económica en general) es establecer controles, equilibrios y regulaciones robustas que, si se implementan y administran adecuadamente, ayudarían  a  estabilizar los mercados y  evitar  desastres.  El capitalismo  no regulado es aún más peligroso si se considera la puerta giratoria entre la política y los negocios, -en donde reguladores del gobierno trabajan en el sector privado y viceversa-. Este es un clásico ejemplo del zorro que vigila el gallinero.

Como insinué, uno de los aspectos positivos de la Gran Recesión fue el comienzo de lo que eventualmente se conocería como el movimiento Occupy Wall Street. Probablemente solo los activistas recuerden esto, pero toda la idea para OWS surgió de un llamado a la acción por parte de los autodenominados “interferencia cultural” en la oscura revista canadiense contra el consumismo Adbusters que propuso una “ocupación” de Wall Street. Así es como los editores de Adbusters, Kalle Lasn y Micah White, dieron el puntapié con el siguiente correo electrónico a sus lectores:

Muy bien, 90,000 radicales, redentores y ebeldes,

Un cambio mundial en tácticas revolucionarias está ocurriendo en estos momentos, es un buen augurio para el futuro. El espíritu de esta nueva táctica, una fusión de Tahrir con las tomas de España, se reflejan en esta cita:

“El movimiento antiglobalización fue el primer paso en el camino. En aquel entonces nuestro modelo era atacar el sistema como una manada de lobos. Había un macho alfa, un lobo que lideraba la manada y los que lo seguían. Ahora el modelo ha evolucionado. Hoy somos un gran enjambre de personas. ”- Raimundo Viejo, Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, España La belleza de esta nueva fórmula, y lo que hace que esta táctica sea novedosa y emocionante, es su pragmática simplicidad: discutamos en reuniones y en asambleas virtuales … de esta manera lograremos decidir cuál será nuestra demanda, una  demanda que  despierta  la  imaginación  -y  si se  logra- nos impulsara hacia la democracia radical del futuro … salgamos y nos tomémonos una calle simbólica y ponemos nuestros culos en la línea para asegurarnos que lo que exigimos suceda.

Ha llegado el momento de desplegar esta estrategia emergente contra el mayor corruptor de nuestra democracia:  Wall Street, la financiera Gomorra de América.

El 17 de septiembre, queremos ver a 20,000 personas llegar en manada al bajo Manhattan, que se instalen tiendas de campaña, cocinas, barricadas pacíficas y ocupar Wall Street durante unos meses. Una vez allí, repetiremos incesantemente una simple demanda a través de la pluralidad de nuestras voces.

Tahrir tuvo éxito en gran parte porque el pueblo de Egipto hizo un ultimátum directo,

-Mubarak debía irse- lo repitieron una y otra vez hasta que lo lograron. Siguiendo este modelo, ¿cuál sería nuestra demanda?

La tentativa que más se ha repetido es aquella que interpela la base del sistema político estadounidense, que no es digno de ser llamado democrático, exigimos que Barack Obama ordene una Comisión Presidencial encargada de terminar con  la  influencia  que  el  dinero  tiene  sobre  nuestros  representantes  en Washington. Es hora de la DEMOCRACIA NO DE LA CORPORACRACIA,

estamos condenados sin ella.

Esta demanda parece capturar la necesidad nacional actual, porque limpiar la corrupción en Washington es algo que, a todos los estadounidenses, de derecha o izquierda anhelan y apoyan. Si aguantamos allí, 20,000 personas, semana tras semana contra todos los esfuerzos de la policía y la Guardia Nacional para expulsarnos de Wall Street, le sería imposible a Obama ignorarnos. Nuestro gobierno se vería obligado a elegir públicamente entre la voluntad del pueblo y el lucro de las corporaciones.

Este podría ser el comienzo de una dinámica social completamente nueva en Estados Unidos, un paso más allá del movimiento Tea Party, donde, en lugar de ser atrapados indefensos por la estructura de poder actual, las personas comencemos a obtener lo que queremos, ya sea el desmantelamiento de la mitad de las 1,000 bases militares que Estados Unidos tiene en todo el mundo para la reinstauración de la Ley Glass-Steagall siendo más estricta con los crímenes corporativos. Partiendo de una simple demanda, -una comisión presidencial para separar el dinero de la política- comenzamos a establecer la agenda para una nueva América.

Publique un comentario y ayudémonos mutuamente a determinar cuál será nuestra única demanda. Y luego juntemos nuestro coraje, tomemos nuestras carpas para dirigirnos a Wall Street el 17 de septiembre con todo nuestro ímpetu.

Para los salvajes.

Culture Jammers (interferencia cultural) HQ

Miles de personas se presentaron en el parque Zuccotti de Manhattan, que pronto estuvo ocupado de forma permanente durante meses por el “99 por ciento”. El movimiento Occupy se incendió y en poco tiempo se levantó un movimiento global del “99 por ciento” para oponerse al hipercapitalismo y la desigualdad económica que siembra donde sea que vaya. Como alguien que había sido políticamente activo desde la adolescencia, sentí el espíritu Occupy en aquellos días de pánico, cuando los gigantes financieros cayeron en el otoño del 2008.

Creo que debería aclarar algo aquí, Si bien participé activamente en el movimiento Occupy y otras campañas que lo precedieron, no creo que el capitalismo sea inherentemente malo, ni creo que el mundo estaría mejor sin él, al menos no en este época, eso no significa que no pueda oponerme a actos poco éticos o ilegales cometidos por capitalistas. Si bien a estas alturas ya debería ser obvio que el fundador de una empresa llamada BizCloud no es un activista anticapitalista, no podía negar lo que estaba viendo ante mis propios ojos; es decir, los efectos devastadores del capitalismo corporativo no regulado. Estas fuerzas habían comprado los sistemas políticos y fiscalizadores destinados a mantenerlos bajo control; Sentí que tenía que hacer algo para al menos decirle al mundo que, oye, veo lo que está sucediendo y no voy a quedarme viendo como sucede. El libre mercado está muy bien, pero en lo que nuestro sistema se ha transformado se ha preocupado más del mercado y ha olvidado lo “libre” de este. Es necesario restablecer el equilibrio del capitalismo para salvarlo de sus peores aspectos. Desde este ángulo me acerqué al movimiento Occupy: no como un destructor del capitalismo, sino como alguien que demandaba el equilibrio.

Estaba en Belgrado en ese momento, pero el Movimiento Verde también se había vuelto relevante en Irán y también quería involucrarme. Muchos iraníes exigieron valientemente la destitución del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad tras las elecciones falsas del 2009. Se enfrentaron a palizas y balas en las calles para exigir el fin de la tiranía. la corrupción y preguntar: “¿dónde está mi voto?” Hubo, en esos días embriagadores, pero de corta duración, un espíritu de unidad y esperanza entre los iraníes que no se había visto en décadas. Fue el mayor levantamiento en Irán desde la revolución islámica 30 años antes.

– y las autoridades respondieron con una represión sangrienta que dejó muchos muertos, incluida Neda Agha-Soltan, una estudiante de filosofía de 26 años cuya muerte por disparos, capturada por la cámara del teléfono celular, conmocionó la conciencia del mundo.3

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