Trabajado hasta la muerte

A veces el problema es mucho peor que el agotamiento por el calor. Al menos siete trabajadores murieron mientras trabajaban en las bodegas de Amazon desde 2013, lo que llevó a la compañía al Consejo Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional. De las siete personas que murieron, dos fueron aplastados por montacargas, dos fueron atropellados por camiones, uno sufrió un accidente relacionado con el corazón mientras trabajaba en un turno nocturno, uno fue arrastrado y aplastado por una cinta transportadora, y uno fue aplastado hasta la muerte por un cargador de paletas.36 Después de una de las dos muertes por montacargas (la de Phillip Terry, de 59 años, que trabajaba en un centro de despacho de Plainfield, Indiana), el departamento de trabajo del estado multó a AWS por un total de $ 28,000, (lo que Bezos gana en 12 minutos). Eso ni siquiera es una multa; es más una amonestación, y una carta de nueve páginas del Departamento de Trabajo de Indiana acusando a Amazon de cuatro transgresiones, incluida la falta de capacitación adecuada a los empleados y el incumplimiento de los protocolos de seguridad.37

No es solo en los Estados Unidos donde los trabajadores de Amazon están siendo usados y maltratados. De hecho, los empleados de la compañía en Europa, donde los derechos laborales y las protecciones son mucho más fuertes que en los Estados Unidos, han organizado numerosas protestas en los últimos años. En Alemania, Polonia y España, los trabajadores se declararon en huelga o lanzaron movimientos de protesta contra Amazon en el verano de 2018. Los trabajadores alemanes exigieron condiciones de trabajo más saludables.38 En España, los manifestantes fueron atacados por agentes de la Policía Nacional, esto bajo un nuevo gobierno “socialista”. ¿Qué tipo de socialistas critican a los trabajadores que luchan pacíficamente por sus derechos?

A pesar de la brutalidad policial y las amenazas de represalias, los trabajadores de Amazon exigen cada vez más ser tratados con justicia, dignidad y respeto. En Gran Bretaña, el periodista de investigación James Bloodworth estuvo encubierto durante seis meses para exponer las condiciones de trabajo horribles en las que los empleados se veían obligados; a orinar en botellas o renunciar a los baños por completo para mantener el ritmo. El grupo británico de defensa de los trabajadores Organize encuestó a los empleados de Amazon y descubrió que 3/4 evitaban usar el baño por miedo a perder tiempo y bajar la productividad y se informó que más de la mitad de los trabajadores sufrían de depresión relacionada con el trabajo. El 80 por ciento dijo que no solicitaría un trabajo en Amazon nuevamente debido a su mala experiencia allí. Bloodworth mostró lo que vivía una fuerza laboral mal-pagada y con exceso de trabajo, con miedo a la disciplina o al despido por no seguir el ritmo vertiginoso de los pedidos de los clientes.39 En este caso, “romperse el cuello” no es solo una forma de discurso: una investigación de Guardian de julio de 2018 encontró numerosos casos de trabajadores de Amazon, quedaron afectados por lesiones en su trabajo en el almacén, que incluso hizo que algunas personas se quedaran sin hogar. El salario medio del empleado de Amazon era de $ 28,446 en 2017. Bezos gana eso cada nueve segundos. Con un patrimonio neto que ahora supera los $ 150 mil millones, es la persona más rica en la historia.40 Sin embargo, Vickie Shannon Allen de 49 años, de Haslet, Texas, una trabajadora de bodega de Amazon, vive (mientras escribo esto) en su automóvil. Después de lesionarse la espalda mientras contaba productos en una estación de trabajo a la que le faltaba el equipo de seguridad. A Allen se le ofreció una compensación miserable de $3,500 con un acuerdo de confidencialidad. Ella se negó porque no quería perder su derecho a hablar públicamente en contra de Amazon. “Me costaron mi casa, me jodieron una y otra vez, y paso días sin comer”, se lamentó Allen41.

El abuso continúa. Los trabajadores enfermos, incluidos aquellos con certificados médicos, han sido ignorados y regañados o despedidos por “ausentarse y no avisar”. En su apuesta por el control total de los trabajadores, Amazon incluso ha patentado una pulsera que rastrea los movimientos de los brazos de los trabajadores de la bodega y puede vibrar para que las manos vuelvan a trabajar “en la dirección correcta”, añadiendo más vigilancia a un sistema que monitorea y estresa incesantemente.42 Amazon dice que las pulseras son la última innovación en un servicio cada vez más rápido para la satisfacción de sus clientes. Eso es, por supuesto, hasta que las manos robóticas reemplacen a las humanas en las más de 140 bodegas de Amazon y en todos los otro lugares también. Tampoco es solo en los almacenes. Los trabajadores de oficina de la compañía están sujetos a datos de gestión y herramientas psicológicas diseñadas para estimular a los amazonians a producir cada vez más. “La compañía está ejecutando un algoritmo de mejora continuamente el rendimiento de su personal”, dijo un ex vendedor de Kindle al New York Times.43 El problema se extiende incluso más allá de Amazon a las compañías que ha adquirido, especialmente Whole Foods y el Washington Post.

Al igual que muchas grandes empresas, Amazon no es fanática de los sindicatos, pero muchos empleados de Whole Foods sí lo son. Recientemente, un grupo autodenominado Whole Foods Cross Regional Committee ha encabezado un esfuerzo para sindicalizar a los trabajadores de la empresa. Enviaron un correo electrónico a los empleados de las 490 tiendas Whole Foods denunciando una fuerza laboral en crisis, con trabajadores que viven con el temor de ser despedidos a raíz de la adquisición de Amazon. Haciendo eco de los   movimientos   de   otros   trabajadores,   incluida   la   exitosa   campaña #FightFor15, el correo electrónico pidió mejoras, incluido un salario mínimo por hora de $ 15, un seguro de salud más asequible, licencia parental pagada, pago del plan 401 y más.44 Amazon respondió al correo electrónico casi de inmediato produciendo y distribuyendo un video de capacitación antisindical entre los líderes del equipo de Whole Foods. En el típico lenguaje antisindical escuchado innumerables veces durante el último siglo y medio de la lucha laboral y la represión administrativa, el video afirma que:

No creemos que los sindicatos sean lo mejor para nuestros clientes, nuestros accionistas o, lo que es más importante, nuestros asociados. Nuestro modelo de negocio se basa en la velocidad, la innovación y la obsesión del cliente, cosas que generalmente no están asociadas con la unión. Cuando perdemos de vista esas áreas de enfoque crítico, ponemos en peligro la seguridad laboral de todos: la suya, la mía y las de los asociados …

Usted nunca amenazaría con cerrar su oficina solo porque los trabajadores se unieron a un sindicato. Pero es posible que deba hablar sobre cómo tener un sindicato podría perjudicar la innovación, lo que podría perjudicar la obsesión con los clientes, lo que en última instancia podría amenazar la existencia de la oficina.

El video muestra como identificar “señales de advertencia … que pueden indicar la desconexión de los asociados, la vulnerabilidad de la organización o la actividad de la organización”. Estas señales de alarma incluyen el uso de palabras como “salario digno” y “delegado”, distribución de panfletos o volantes, empleados que discuten sus inquietudes con sus compañeros de trabajo, que usan ropa o accesorios pro sindicales, mayor negatividad en el lugar de trabajo,  comportamiento  que  está  “fuera  de  lugar”.  “Trabajadores”  que normalmente no están conectados entre sí comienza a pasar el rato juntos “, y los empleados que muestran un” interés inusual en las políticas, beneficios, listas de empleados u otra información de la compañía “. 45

Estos esfuerzos antisindicales funcionan. En 2014, un pequeño grupo de técnicos de mantenimiento y reparación en el almacén de Amazon en Middletown, Delaware, votó 21-6 en contra de la sindicalización después de la intensa presión de los gerentes y consultores antisindicales contratados por Amazon para suprimir el esfuerzo de sindicalización. A veces la represión no es sutil. En el año 2000 los Trabajadores de Communications Workers of America lanzaron una campaña para sindicalizar a 400 empleados de servicio al cliente de Amazon. Amazon tomó represalias simplemente cerrando el call center donde trabajaban poco después del cambio de siglo.46

En 2013, Amazon compró el venerable Washington Post por $ 250 millones. El equipo de gestión de Bezos procedió a congelar las pensiones de beneficios para los empleados no sindicalizados e intentó eliminar los beneficios de seguro de salud de los trabajadores part time. Frederick Kunkle, reportero del Post y copresidente the Washington-Baltimore News Guild’s collective bargaining arm (brazo de negociación colectiva del Washington-Baltimore News Guild), escribió un artículo de opinión criticando a Bezos por concentrarse solo en esfuerzos filantrópicos más que el bienestar de sus trabajadores. “Al igual que con otros multimillonarios, Bezos debe recordar que su vasta riqueza proviene en parte del trabajo, y debe hacer más para compartir esa riqueza con sus trabajadores”, escribió Kunkle. “En cambio, Bezos ha demostrado que ve a sus empleados como partes de una máquina de alta tecnología, en que la desigualdad de ingresos es un problema de otras persona, y que las corporaciones modernas le deben mucho más a sus empleados que solo un cheque de pago”. 47 The Post, por supuesto, declinó publicar la crítica de Kunkle, por lo que la publicó de forma gratuita en Huffington Post. Posteriormente se le advirtió por escrito sobre “trabajar independientemente para una publicación de la competencia sin permiso”. Según la Oficina del Asesor General de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (National Labor Relations Board NLRB), esta publicación no violó la ley porque Kunkle no recibió ningún pago por su artículo. La NLRB también declaró que, dado que nada en el escrito era falso o despectivo, no podía ocultarse al público, ni su autor debería enfrentar represalias.48 Kunkle y yo aprendimos por las malas, que desafiar o incluso criticar a Jeff Bezos, una de las personas más ricas y poderosas del planeta, es muy peligroso. Pero Kunkle no se desanimó y dijo In These Times que tenía esperanzas que “Jeff Bezos podría darse cuenta uno de estos días, de que le debe más a la sociedad y a sus empleados que lo mínimo que les entrega”. 49

Era consciente de muchos de los problemas de AWS, pero bueno, un hombre tiene que comer. Al final elegí el sueldo bastante sustancial que me ofrecía AWS.  Puede  que  haya elegido  bailar  con  el  semi-demonio,  pero  eso  fue entonces, esto es ahora, y ahora es el momento para que yo invierta los papeles en Amazon.