ETHICS IN TECH: LA FALTA DE ETICA EN LA TECNOLOGIA.

Durmiendo bajo la antena

By Vahid Razavi

Chapters

La era del nepotismo y las bombas sobre Belgrado

Con tanta agitación en el mundo, era muy difícil permanecer enfocado únicamente en el negocio de BizCloud. Todos sentíamos que teníamos mucho que decir; queríamos hablar de lo peor que vimos en nuestro alrededor y también queríamos tranquilizar a la gente y decirles que había esperanza, que un mundo mejor y diferente aún era posible. Mi equipo serbio y yo decidimos dedicar nuestro tiempo en escribir y publicar un libro titulado The Age of Nepotism (la era del nepotismo). Elegí el título mientras pensaba en un mundo con la perspectiva de cómo nos tratamos y cuidamos los seres humanos en tiempos difíciles y que luego, cuándo alcanzamos posiciones de poder, traemos a nuestras familias y a nuestros amigos para que nos ayuden a vender nuestros valores y nuestro país. Primero lanzamos un sitio web y redes sociales con el mismo nombre y destacábamos no solo los problemas relacionados con Wall Street y el capitalismo, también tratábamos temas internacionales como el Movimiento Verde contra el opresivo régimen iraní. Age of Nepotism trató de resaltar la hipocresía global de la guerra, la pobreza y la injusticia social. Nosotros le dábamos cobertura a los crímenes cometidos en nombre de la democracia en todo el mundo, desde crímenes económicos hasta inhumanidad en Irán y el mundo árabe. Todo esto fue justo antes de la Primavera Árabe, donde existía un rechazo regional a los regímenes autoritarios represivos, la mayoría de ellos respaldados por Estados Unidos desde la costa atlántica de África hasta los regímenes fundamentalistas medievales que dirigían Arabia Saudita y más allá.  Sucedería que un año antes Mohammed Bouazizi, un vendedor de frutas tunecino se suicida en una protesta anticorrupción, el espíritu de la Primavera Árabe recién estaba surgiendo dentro de las almas de millones de pueblos oprimidos a través del globo y ese espíritu fue definitivamente palpable entre los hombres, mujeres, niñas y niños valientes quienes tomaron las calles de Teherán y otras ciudades iraníes durante las manifestaciones verdes.

The Age of Nepotism es parte de un diario de viaje: como Mark Twain, siempre he creído que viajar es fatal para el prejuicio, es en un parte manifiesto por la justicia económica y social, es en un parte proyecto de arte y es en parte divagaciones de un hombre al límite. No vendimos demasiadas copias. Pero, de nuevo, ese no era realmente el objetivo. yo estaba observando y comentando sobre un mundo enloquecido a mi alrededor de la mejor manera que pude. Escribir y publicar The Age of Nepotism fue la última joya de la corona de una vida activismo y una manera de informar todo lo que haría en el futuro.

Al principio no había planeado nada más que una corta estadía en Serbia. Llegué sin siquiera una reserva de hotel, solo un libro de Lonely Planet para guiarme. Afortunadamente, Belgrado me dio la bienvenida con los brazos abiertos y una gran hospitalidad. Eso usualmente significaba tragos de rakija, el agua de fuego local, y gritos de “živeli” o “¡salud!”. Noté similitudes entre serbios e iraníes, comparten el orgullo e independencia, además se irritan por el bullying (acoso) de los Estados Unidos, pero siguen teniendo una gran afinidad con el pueblo y cultura estadounidense, esto ocurría tanto en el campo como en la cosmopolita Belgrado, por ejemplo, cuando mi tarjeta de crédito no funcionó después de llenar mi tanque en la estación de servicio, en el regreso de visitar en un pueblo a unos amigos, el propietario de la estación de gas me dejó ir con la promesa de que le devolvería sus 40 €. Me encanto visitar aquellos pueblos, conocer a las familias de mis colegas (conocí a muchas abuelas y abuelos encantadores) al ser invitado en sus hogares. También a menudo me encontraba recorriendo las calles de Belgrado, sin rumbo, pero descubría nuevas aventuras en cada esquina.

Mientras más Interactuaba con agricultores serbios del campo y ciudad, me di cuenta de que muchos vacilaban hablar en inglés. La gente a menudo me preguntaba si era de los Estados Unidos, a lo que respondía que sí y rápidamente añadía -antes de que me reclamaran con alguna u otra versión de “tu país nos bombardeó”- que era Iraní-estadounidense, la mayoría reían y me decían algo como “ten cuidado, ¡es tu turno de ser bombardeado! inevitablemente sonreiríamos,  sonreiríamos y  diríamos cortésmente  adiós.  La  gente  de  los Balcanes es muy educada en asuntos locales e internacionales, entendía aquellos conflictos estaba en sintonía dado por su geografía y las brutales cicatrices de guerras que no han sanado totalmente con el tiempo. Los serbios tenían muchas razones para temer a los Estados Unidos y a otros países occidentales. Cuando la ex Yugoslavia se estaba desmoronando, las potencias occidentales no hicieron nada para ayudar a la economía de la región y simplemente observaron la caída libre que esta sufrió. Luego vino la OTAN liderada por los Estados Unidos con su campaña de bombardeos en 1999, -que, hasta el día, 20 años después aun persigue a los serbios- Todas las partes cometieron atrocidades durante esa década, así también, en los combates en la región después de que Yugoslavia se desintegró en 1991. Los croatas exterminaron a serbios durante la Operación Tormenta en Krajina, Los serbios exterminaron a los musulmanes y croatas bosnios, el Ejército de Liberación de Kosovo, respaldado por Estados Unidos -donde algunos de sus integrantes habían sido entrenados con Osama bin Laden en Afganistán- exterminaron a serbios.4

El líder serbio Slobodan Milošević ciertamente fue un criminal de guerra, pero la matanza paso a ser una guerra contra el mismo pueblo serbio, la declaración pública de Bill Clinton y sus aliados que afirmaban que el propósito de la masacre era “preservar la credibilidad de la OTAN”, no fueron más que palabras de unos hipócritas bélicos, a los ojos del pueblo serbio.

No hay duda de que los aviones de combate de la OTAN apuntaron al pueblo serbio con más ímpetu que a los mismos militares. El bombardeo mató a tantos civiles como soldados, apuntando deliberadamente a poblados de civiles y sus infraestructuras como; la red eléctrica, el suministro de agua, puentes, ferrocarriles e incluso medios de comunicación.5 Porque la OTAN quería una “guerra sin bajas” – es decir, para sus pilotos no para el pueblo serbio – sus aviones de combate volaron a una altura tan alta que las bombas golpearon “accidentalmente” un tren lleno de pasajeros, un hospital, un mercado, un hogar de ancianos, a refugiados que huían, a una casa a 30 millas lejos de Bulgaria, e incluso la embajada china.6 Estados Unidos culpó el bombardeo de esta ultima a  no tener mapas actualizados,  cuando  todo  terminó,  cientos de  hombres, mujeres y niños estaban muertos, y muchos más estaban heridos. También resultó gravemente herida la confianza del pueblo serbio con las naciones occidentales e instituciones. Pero los serbios son personas resistentes, dotadas de un  sentido  único  y  oscuro  del  humor.  Soportaron  la  brutalidad  de  los bombardeos, enterraron a sus muertos, se sacudieron el polvo y volvieron a sus vidas. Se podía ver y escuchar el sentido del humor desafiante en las calles de Belgrado, desde los chistes que la gente contaba en sus negocios con nombres mórbidos como “Boom Sandwich.” Teniendo en cuenta la historia y el comportamiento de los Estados Unidos en los Balcanes y, de hecho, en todo el mundo, realmente entiendo por qué mis compañeros de trabajo de BizCloud en Serbia eran bastantes reacios a colaborar en un libro que hablara de política. Era comprensible que desconfiaran de que yo no tuviera presente los intereses de Serbia o la región y temían que no hablara de la verdad. Sin embargo, después de que escucharon mi experiencia de abandonar Irán devastado por la guerra, aceptaron trabajar conmigo en The Age of Nepotism, y también en BizCloud.

Tenía socios altamente calificados y entusiastas mientras trabajábamos para informar y descubrir la injusticia social desde Wall Street hasta las calles de Teherán durante la revolución verde. Nos dispusimos a informar y educar al mundo, pero especialmente a los estadounidenses sobre la geopolítica de los Balcanes. Realmente sentí que estábamos en condiciones de ver más allá de las divisiones religiosas, étnicas y todas aquellas diferencias que han causado tanto dolor y sufrimiento en la región y en todo el planeta.

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